viernes, 30 de diciembre de 2011

Año Nuevo: ¿Como lograr que sea feliz y próspero?


¡FELIZ AÑO NUEVO!, esa es la expresión que se oye por doquier alrededor del mundo cuando otro año termina y otro comienza. Elementos como los fuegos artificiales o "cohetes" no pueden faltar, así como el brindar a la medianoche del Año Nuevo. Pero entre estas costumbres existen otras cuyo propósito es el "asegurar" la prosperidad del próximo año y tal vez usted o algún conocido participe de estas, averigüelo a continuación.

Orígenes de la celebración

La festividad de Año Nuevo no se celebraba el 1 de Enero como el día de hoy, sino el 1 de Marzo, siendo este el primer mes del año y el ultimo siendo Febrero. Sin embargo, los cónsules - ciudadanos de mas alto rango - de la Antigua Roma asumían el poder el 1 de Enero, de ahí que el emperador Julio César en el 47 a.C. modificara el calendario e hiciera que el 1 de Enero fuera el primer día del año. Este calendario se fue cambiando con los años hasta que el papa Gregorio XIII en 1582 lo estableció tal como ahora es.

Al se ahora el 1 de Enero el primer día del año, los romanos dedicaron el día a Jano, dios de las puertas y de los inicios. De ahí derivaría el nombre del mes: Jano - Ianuarius - Janeiro - Janero Enero.

Ahora, el que ese día se le haya dedicado al dios Jano no convierte a la festividad de Año Nuevo en una fiesta pagana que no debiera celebrarse. La publicación de 2005 "¿Que enseña realmente la Biblia?" de los testigos de Jehová afirma: "Por lo tanto, los festejos de Año Nuevo se basan en tradiciones paganas." Más si nos ponemos a analizar que ese día se le invocaba desde antes que ese día se eligiera como el primero del año, vemos como entonces que el Año Nuevo no tiene que ver directamente con el dios Jano, pues el Año Nuevo era antes en Marzo. (Para saber más sobre si se puede celebrar las fiestas véase Las Fiestas Populares, ¿Le desagradan a Dios?)

¿Que conmemora esta celebración?

La celebración de Año Nuevo es una fiesta mundial, excepto los lugares que se rigen por otro calendario que no sea el gregoriano.

La fiesta de Año Nuevo, como lo indica el nombre, celebra el comienzo de un nuevo año y este se celebra con grandes eventos acompañados de pirotecnia. Se realizan fiestas en casas, restaurantes u hoteles y se organizan cenas en casas.

De los festejos más grandes que hay, esta el más famoso que se realiza año con año en la ciudad de Nueva York, para ser más preciso, en Times Square, donde reunen hasta un millón de personas, desde las 5pm hasta la medianoche donde una enorme esfera desciende de un tubo durante los ultimos 60 segundos del Año Viejo. Famosos cantantes amenizan la fiesta hasta que la pirotecnia anuncia la llegada de un nuevo año.

La celebración no es solo exclusiva de Nueva York, sino de otras ciudades del mundo, dígase París, Sydney, Londres, Río de Janeiro, por mencionar algunas donde los espectáculos de pirotecnia destacan cada año.

Pero dentro de esta alegre celebración hay otras costumbres populares que son practicadas por muchas personas para "asegurar" prosperidad y felicidad en el año que comienza. Veamos de que se trata esto.

¿Rituales para un "próspero" Año Nuevo?

En los días que anteceden al Fin de Año, el 31 de Diciembre, se puede ver tanto en televisión, como en las calles, especialmente en mercados populares que se nos ofrece a participar de los "rituales" de Año Nuevo, para poder asegurar prosperidad en el año que entra.

Ahora bien, esta clase de confianza en objetos y practicas para lograr conseguir algo, se llama superstición, pues la gente cree que gracias a esto conseguirán lo que necesitan o ansían en su vida. La superstición es prohibida para todo aquel que de verdad se considere cristiano. La prohibición de las supersticiones la encontramos tanto en el Catecismo de la Iglesia como en la misma Biblia

El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice "La superstición es la desviación del sentimiento religioso y de las prácticas que impone. Puede afectar también al culto que damos al verdadero Dios, por ejemplo, cuando se atribuye una importancia, de algún modo, mágica a ciertas prácticas, por otra parte, legítimas o necesarias. Atribuir su eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales, prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición" (cf Mt 23,16–22).

Es el mismo Yahvé quien nos dice en la Biblia: "Que no haya entre ustedes nadie que inmole en el fuego a su hijo o a su hija, ni practique la adivinación, la astrología, la magia o la hechicería. Tampoco hará ningún encantador, ni consultor de espectros o de espíritus, ni evocador de muertos. Porque todo el que practica estas cosas es abominable al Señor, tu Dios, y por causa de estas abominaciones. Él desposeerá a esos pueblos delante de ti." (Deuteronomio 18, 10-12)

Yahvé odia a todas las personas que se dejen engañar y que ponen su confianza en los astros, la magia y en la superstición. Si de verdad desea ser un buen cristiano debe dejar estas prácticas que tal vez para usted son inofensivas o divertidas. Veamos a continuación las principales supersticiones que rondan la fiesta de Año Nuevo y que hacer si usted participa o conoce a alguien que participe de ellas.

  • Las Doce Uvas
Propósito del ritual. El origen de esta principal costumbre se cree que fue en 1909, en España, donde, debido a un exceso en la producción de las uvas, se inventó que comiendo doce uvas a las doce de la noche de Año Nuevo los deseos que se pidieran se convertirían en realidad. Este si que fue una gran ocasión para los productores de uva, y lo sigue siendo actualmente.

El propósito de este "ritual" es conseguir que los deseos pedidos en la noche del Año Nuevo se hagan realidad, pero todos sabemos que por solo comer unas cuántas frutas nuestros deseos no se harán realidad, mucho menos si son demasiado caprichosos y exigentes.

Recomendación. Si usted desea algo en este fin de año, fije bien que es lo que quiere. Para poder lograr cumplir su deseo no ansíe cosas imposibles, sino más bien, cosas que usted mismo, con su esfuerzo durante el año pueda conseguir y sean para un buen beneficio propio o para los demás. Recuerde que entre los propósitos, el cambio en nuestra persona, es algo importante. La Palabra de Dios nos dice: "Encomienda tus obras al Señor, y se realizarán tus proyectos." (Proverbios 16, 3). Con la ayuda de Dios podremos hacer realidad aquello que de verdad necesitamos, no hacen falta comer unas frutas para lograrlo.

  • Ropa Interior Roja y Amarilla
Propósito del ritual. La tradición de usar ropa interior roja y amarilla la noche de Año Nuevo tiene un origen puramente comercial con la intención de aumentar las ventas en las prendas de vestir. Según la creencia, el usar ropa interior de cierto color trae beneficios para la persona que la usa. El usar ropa interior roja trae amor mientras que la amarilla trae felicidad y dinero.

También se les ha agregado el verde para la prosperidad, el rosa para la amistad y el blanco para atraer mejores días.

Recomendación. Si usted participa de esta creencia, debe darse cuenta que esto solo beneficia a los vendedores de ropa interior quienes se aprovechan de las personas quienes de verdad anhelan amor, prosperidad o felicidad. Lo que usted desea no lo conseguirá usando alguna prenda de cierto color, debemos más bien poner nuestra confianza en Dios que nos bendecirá en medida de como seamos en nuestra vida y en nuestra fe. Es Yahvé mismo que nos dice "Hijo mío, no olvides mi enseñanza, y que tu corazón observe mis mandamientos, porque ellos te aportarán largos días, años de vida y prosperidad." (Proverbios 3, 1-2). Dios nos bendice cuando le somos fieles y justos a sus ojos, no lo hará por el contrario la ropa interior.

  • Las Maletas o Valijas

Propósito del ritual. Según la creencia, el salir a la calle y dar una vuelta con las maletas o valijas después de la media noche del Año Nuevo traerá posibilidades de realizar viajes durante el año.

Recomendación.
Si desea viajar en el año, lo más importante es la planeación así como el buen manejo de la finanzas familiares, evitando los gastos innecesarios durante el año para poder disfrutar de un buen viaje familiar.
La Palabra de Dios nos dice "Pero ahora, que conocen a Dios -o mejor dicho, que son conocidos por él - ¿cómo es posible que se vuelvan otra vez a esos elementos sin fuerza ni valor, para someterse nuevamente a ellos?" (Gálatas 4, 9). Dios nos conoce bien y es obvio que puede cumplir aquello que deseamos según nuestro actuar, no necesitamos salir a la calle a pasear con las maletas.

  • Lentejas
Propósito del ritual: Existe la creencia de que con solo comer una cucharada de lentejas nos puede llegar la prosperidad y la fortuna.

Recomendación. Si trabajamos con esfuerzo, aunado con un buen manejo del dinero, podremos lograr, tal vez no una fortuna, pero si un buen ahorro en el dinero para solventar nuestras necesidades.

No podemos pensar tampoco en tener mucho dinero, si gastamos y gastamos en cosas que pueden llegar a ser innecesarias. La Palabra de Dios dice "Adquirir sabiduría, cuánto mejor que el oro, y adquirir inteligencia es preferible a la plata." (Proverbios 16, 16). Si nosotros obtenemos esta inteligencia y sabiduría podremos dominar varios campos de la vida diaria, como el saber instruir a los hijos, y también al buen manejo que le demos al dinero. Hay que saber ser buen administrador, no basta con comer legumbres.

  • Los Horóscopos
Propósito del ritual. Mucha gente a finales del año acostumbra leer que le deparan los astros, los planetas y demás para el año que viene, esto con la finalidad de estar enterados de que cosas nuevas vienen para el próximo año.

Según esto, estrellas, constelaciones y planetas que están a millones de kilómetros, quizá años luz de la Tierra son los que guían nuestros pasos en el año que se aproxima. Estos horóscopos no solo son anuales, los hay mensuales, semanales y hasta diarios, quienes son proporcionados por adivinos, astrólogos, brujas y brujos.

Recomendación. Dios odia todo tipo de prácticas relacionadas con la adivinación, el claramente nos lo dice en las Escrituras: "No acudirán a los espíritus de los muertos ni consultarán a otros espíritus, haciéndose impuros a causa de ellos. Yo soy el Señor, su Dios." (Levítico 19, 31). "El hombre o la mujer que consulten a los muertos o a otros espíritus, serán castigados con la muerte: los matarán a pedradas, y su sangre caerá sobre ellos." (Levítico 20, 27). Lo vuelve a afirmar: "Que no haya entre ustedes nadie que inmole en el fuego a su hijo o a su hija, ni practique la adivinación, la astrología, la magia o la hechicería." (Deuteronomio 18, 10)

Por boca del profeta Jeremías, Yahvé nos dice que no confiemos en las estrellas: "Así habla el Señor: No imiten las costumbres de los paganos ni se atemoricen por los signos del cielo, porque son los paganos lo que temen esas cosas." (Jeremías 10, 2).

Dios es el único que sabe que pasara en nuestras, en él debemos poner nuestra confianza, no en un artículo de revista donde pretenden predecir hasta lo que usaremos. "Así las aprenderán las generaciones futuras y los hijos que nacerán después; y podrán contarlas a sus propios hijos, para que pongan su confianza en Dios, para que no se olviden de sus proezas y observen sus mandamientos". (Salmo 78, 6-7)

  • Barrer la casa, hacer aseo general.
Propósito del ritual. Según esta creencia, hay que barrer y trapear bien nuestros hogares para echar fuera los "malos espíritus" o las "malas vibras" para iniciar el año con un entorno agradable.

Además se dice que debe estar acompañado de aseo general en el hogar, deshacerse de lo que no se necesita. Dicen por ahí que ropa que no se ha usado en dos años hay que deshacerse de ella pues atrapa "malas vibras". Se deben barrer bien los rincones y deshacerse de lo roto o quebrado para atraer mejores cosas en el próximo año.

Recomendación. Si de verdad desea que su casa tenga un entorno y ambiente agradable, se necesita bendecir la casa, ya sea con agua bendita - sin usarla como si fuera mágica - o sobretodo con oración. Que mejor que la oración en familia para que nuestra casa este libre de problemas y de la asechanza del maligno. Cuando pueda, ore y vera como Dios protegerá su hogar. Enderece sus actitudes y sus obras.

La Biblia dice "Si hubiera tenido malas intenciones, el Señor no me habría escuchado; pero Dios me escuchó y atendió al clamor de mi plegaria." (Salmo 66, 18-19). Cuando oramos sinceramente y pedimos cosa conforme a la voluntad de Dios, él nos responderá.

Yahvé nos dice en el libro de los Proverbios: "Entonces me llamarán, y yo no responderé, me buscarán ansiosamente, y no me encontrarán. Porque ellos aborrecieron la ciencia y no eligieron el temor del Señor, porque no quisieron mi consejo y despreciaron todos mis reproches."(Proverbios 1, 28-30). Tome en cuenta lo que Dios nos dice: "Pero el que me escucha vivirá seguro y estará tranquilo, sin temer ningún mal". (Proverbios 1, 33). Si barre su casa no afectará nada en el futuro, solo estará limpia.

  • Dinero
Propósito del ritual. Entre los ritos para conseguir más dinero en Año Nuevo está el contar dinero justo a la medianoche. Hay quienes creen que para asegurar más fortuna tienen que entrar al año que comienza con un manojo de billetes en la mano. También el introducir dinero en los zapatos o bolsillos concede el mismo efecto.

El tomar monedas en la mano a la medianoche también parece ser uno de los favoritos. Colocar tres monedas detrás de la puerta también es costumbre. También se les coloca en las esquinas de las casas.

Recomendación. Como anteriormente expresamos, tal vez el dinero sea necesario para poder subsistir pero no es tampoco lo único importante. Dios, en su sabiduría, sabe que es lo que necesitamos. Jesús nos dice: "Por eso les digo: No se inquieten por la vida, pensando qué van a comer, ni por el cuerpo, pensando con qué se van a vestir. Porque la vida vale más que la comida, y el cuerpo más que el vestido." (Lucas 12, 22-23).

Lo más importante es nuestra salud, y nuestro bienestar, no solo el económico, sino el familiar, que tal si mejor nos dedicamos a proponernos a ver más seguido al familiar o amigo olvidado, a hablar más con aquél que necesita escucharnos, a poner más atención a los hijos que necesitan cariño y amor.

Importante lo que Jesús nos dice: "Tampoco tienen que preocuparse por lo que van a comer o beber; no se inquieten, porque son los paganos de este mundo los que van detrás de esas cosas. El Padre sabe que ustedes las necesitan. Busquen más bien su Reino, y lo demás se les dará por añadidura." (Lucas 12, 29-31). Si actuamos conforme al Reino, es decir, como Dios quiere y manda, el nos bendecirá.


El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan.

A lo largo de este artículo hemos visto como todas esas supersticiones que rodean a los ritos de Año Nuevo no son nada comparado con lo que Dios nos dice en las Escrituras.

¡Hacer esto para conseguir aquello! ¿Y Dios donde está? ¿Se nos ha olvidado que él es el Único que puede ayudarnos en nuestras necesidades? Jesús lo afirma: "No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción." (Mateo 6, 34).

Este Año Nuevo pidamos al Señor cosas que beneficien a los demás, no solo a nosotros mismo. En Catholic.Net encontramos: ¿Qué deseo en un año nuevo? Desearía la paz en Tierra Santa. Para que nadie privase a nadie de su tierra, de su casa, de su familia. Para que las religiones fueran vividas como lo que son: un camino para unir a los hombres bajo la luz de Dios. Para que la tierra donde vivió, murió y resucitó Cristo testimoniase con un estilo de vida nuevo la gran belleza del Evangelio. Luego, desearía la paz en tantos lugares del planeta. Especialmente en África, donde todavía unos poderosos venden armas para la muerte pero no ofrecen comida para los hambrientos. Querría, además, que desapareciese el aborto en todos los países del mundo.

Si deseamos dinero - cosa que Dios puede cumplir - veamos primero que intenciones tenemos para su uso, pues "Tenemos plena confianza de que Dios nos escucha si le pedimos algo conforme a su voluntad." (1 Juan 5, 14) "O bien, piden y no reciben, porque piden mal, con el único fin de satisfacer sus pasiones." (Santiago 4, 3).


Como celebrar el Año Nuevo

Una cena familiar es una perfecta forma de pasar todos juntos la ultima noche de un año que termina y que trajo tanto momentos felices como tristes, pero que gracias a Dios tal vez terminamos con salud o con alegría, otros con tristeza o en enfermedad, pero sabiendo afrontar las cosas. Procure no excederse y siga los consejos del Eclesiástico: "A estómago sobrio, sueño saludable: uno se levanta temprano, y está bien despierto. Insomnio penoso, náuseas y cólicos: eso le espera al hombre insaciable." (Eclesíastico 31, 20)""No seas insaciable de placeres ni te excedas en las comidas." (Eclesiástico 37, 29)

El brindar en la cena o en la medianoche es una costumbre en la que se desea lo mejor en el próximo año. Esta costumbre donde los invitados se levantan y chocan sus copas para manifestar buenos deseos tiene una buena aplicación durante este día.

El beber champaña o sidra es también una buena opción, recordando siempre que los cristianos tiene que ser moderados en sus hábitos, el Eclesiástico nos dice "El vino es como la vida para el hombre, siempre que se lo beba con moderación. ¿Qué es la vida cuando falta el vino? Porque él fue creado para alegría de los hombres." (Eclesíastico 31, 27). Beber en exceso es peligroso tanto para usted como para los demás: "Amargura del alma es el vino bebido en exceso, con ánimo de desafiar y provocar. La embriaguez enfurece al necio hasta el escándalo, disminuye sus fuerzas y le provoca heridas". (Eclesiástico 31, 29-30)

La pirotecnia también es una buena forma de celebrar y demostrar la alegría de un nuevo año para mejorar en cuanto a nuestra persona. Los espectáculos de pirotecnia son comunes en la noche del Año Nuevo después de la cuenta regresiva de los últimos 10 segundos del año.

Proponernos ser mejores

Cambiar en nuestra forma de ser es común en los propósitos de Año Nuevo, pero también hay que ver que nos proponemos. El periódico católico "Today's Catholics" (Católicos de Hoy) de la Arquidiocesis de San Antonio afirma "Es costumbre que en cada comienzo de año hagamos algunas resoluciones que nos ayuden a ser mejores. Lamentablemente, muchas de esas resoluciones contemplan solamente aspectos materiales e incluso superficiales: bajar de peso, reparar nuestra casa, comprarnos ropa nueva, etc."

Por tanto este año que comienza, propongamos ser mejores en nuestra persona, mejor persona, mejor ser humano, mejor esposo o esposa, mejor vecino o vecina, mejor hijo o hija, mejor estudiante, mejor empleado o jefe, mejor cristiano católico.

Que, ahora que sabemos lo falso de los ritos supersticiosos de Año Nuevo, realmente sepamos difundir esto a los demás y mejorar en nuestra persona.

¡Feliz Año Nuevo, les desea esta página de "Conoce tu Iglesia".