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viernes, 1 de marzo de 2013

La semana más importante de Jesús


JESÚS de Nazaret, Jesucristo o Cristo, es conocido ampliamente como el hombre más influyente de toda la historia humana. Sus enseñanzas fueron totalmente innovadoras y desafiaban todo lo establecido en su época. Sin embargo, no muchos ven a Jesús de la misma forma. Si realizamos una encuesta, las respuestas variarían:

Él es Dios hecho carne que vino para salvarnos

Fue un arcángel, hijo de Dios, que nos salvó

Fue un profeta muy famoso en su época

Un loco que se creía el hijo de Dios

Es un invento de la Iglesia para su beneficio

Un maestro que alcanzó la iluminación

Son muchas las opiniones sobre él, muchas hablan de él como la mismísima divinidad encarnada, otros creen que era un profeta o algún iluminado, y otros aseguran que nunca existió. Sin embargo, es formalmente aceptado como el fundador de una de las mayores religiones del mundo: el Cristianismo. Es la razón por la cual la historia se divide en “Antes de Cristo” y “Después de Cristo”.

Es la inspiración de muchos que nos llamamos cristianos, la razón por la cual oramos, leemos la Biblia, acudimos a los recintos religiosos y nos esforzamos por llevar una vida moralmente correcta y por la que ayudamos a los demás, aún a los que no comparten nuestras creencias.
Y es precisamente su muerte y resurrección lo que sostiene la doctrina cristiana, y el motivo por el cual los cristianos creemos que salvó a la humanidad del pecado. 

A continuación veremos lo que sucedió en la vida de Jesús en la semana previa a su muerte y que para muchos es semana de descanso y de diversión. Se incluirá el día correspondiente al calendario actual del año 2013, el día del calendario judío, lo que Jesús hizo o vivió, y que es lo que podemos rescatar de tal suceso para nuestro aprendizaje cristiano.

Una semana muy santa

La semana del año que conocemos como “Semana Santa” tendrá fecha este año, del domingo 24 de marzo al domingo 31 de marzo, y es donde conmemoramos la semana previa a la muerte y resurrección de Jesús, y que fue una semana muy importante para Jesús. Sin embargo, si para él fue importante, ¿por qué para muchos hoy en día no lo es?

En muchos países es periodo vacacional, y precisamente esta semana no se trabaja para tener el tiempo que es necesario para conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Jesús, pero muchos ven más bien este tiempo para salir de paseo, de disfrutar el tiempo en otras distracciones, y en donde los hechos más importantes sobre Jesús salen sobrando. Por eso, la siguiente narración pretende empatizarlo a usted con lo que Jesús vivió y vivir con más fervor estos días.

9 de Nisán - 24 de marzo de 2013

Es día 9 del mes de Nisán, el mes primero y el mes en que los judíos celebran la Pascua. Hoy Jesús arriba a la ciudad de Jerusalén para la fiesta. Antes de entrar a la ciudad ordena a sus discípulos que le trajeran un burro. Los discípulos obedecieron, Jesús montó en él, y así entró a la ciudad. La gente lo recibió con mucha alegría, extendieron sus mantos ante él y los tendían en el suelo por el que pasaba. También arrancaron ramas de los árboles y con ellas lo alababan diciendo: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”. La muchedumbre la conformaban hombres, mujeres y niños.

Todos rebosaban de alegría. Cuando alguien preguntaba quién era aquel hombre, respondían: “iEs Jesús, el profeta de Nazaret!”. Todos los que habían oído hablar de él, los que lo conocían y los que habían escuchado sus parábolas, y habían sus milagros estaban ahora proclamándolo como su Rey.

¿Qué enseñanza obtenemos de aquí?
Mucha gente aclamó ese día a Jesús como su Rey. ¡Qué alegría debió haber sentido Jesús! Y mucho más lo estará si nosotros que decimos creer en él, lo proclamamos igualmente como nuestro rey,

Aquél que reina en nuestros corazones, en nuestra vida y la razón por la cual intentamos llevar una vida correcta. Cuando el reina en nuestros corazones, todo lo hacemos con amor.

10 de Nisán - 25 de marzo de 2013

Ayer llegó Jesús y entró triunfante a Jerusalén, la capital de Israel. Ese día, al caer la noche fue a Betania, ciudad donde solía hospedarse. Ahí tenía a sus amigos, Lázaro, a quién resucitó de entre los muertos, Marta y María, quienes le brindaban su hogar. La mañana de hoy, Jesús salió temprano con sus discípulos, quizá no tuvo tiempo de tomar un refrigerio, por lo que al sentir hambre, va hacia una higuera, para buscar higos. Sin embargo, el no encuentra nada, por lo que la maldice. ¿Es este un acto de insensatez de parte de Jesús? No, en realidad la higuera simboliza a Israel, al cual visita pero no encuentra frutos.

Después fue al Templo de Jerusalén. Ahí encontró a los comerciantes vendiendo animales para los sacrificios y a los cambistas de moneda. ¡Y todo esto dentro del mismo Templo y permitido por el Sumo Sacerdote judío! Jesús hizo un látigo y los expulsó de ahí, diciendo: “¿Acaso no está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración para todas las naciones? Pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones”.  ¡Vaya que esta vez está muy molesto! Y quién no lo estaría si viera un lugar santo convertido en mercado.

¿Qué enseñanza obtenemos de aquí?
El pueblo de Israel no tuvo fe. ¿Tenemos nosotros la fe firme en Dios? De ser así debemos dar frutos: amor, servicio y  caridad con los demás.

Jesús expulso a aquellos que profanaban el lugar santo. Nosotros también debemos de expulsar de nuestras vidas todo aquello que pongan en peligro nuestra amistad con Dios. Hay que expulsar siempre las tentaciones que nos presenta Satanás.

11 de Nisán - 26 de marzo de 2013


Hoy Jesús está invitado a un banquete en casa de un hombre llamado Simón, que había tenido lepra. Ahí estaba a la mesa, Lázaro, a quién Jesús resucitó, y sus hermanas: Marta y María. María tiene un perfume de nardo que costó un alto precio, sin embargo, lo derrama a los pies de Jesús y después los seca con sus cabellos.

Judas Iscariote, uno de los discípulos, reclama por qué se ha gastado ese perfume carísimo de esa forma. Según él, el dinero que se usó en comprar el perfume se pudo haber dado a los pobres. Pero en realidad a él no le interesan los pobres, solo el dinero, ya que, siendo el tesorero, podría robar ese dinero. Jesús en cambio, le dice que deje en paz a María, pues lo hizo como unción antes de su muerte.

Muchos están ahí presentes, y no solo para ver a Jesús, sino también para ver a Lázaro, el resucitado. Los sumos sacerdotes judíos están furiosos, y deciden que deben matar también a Lázaro, por qué por él, muchos creen en Jesús.

¿Qué enseñanza obtenemos de aquí?
Hoy en día existen muchos como Judas Iscariote que se esfuerzan en criticar el bien que hacen otros. Y no se dan cuenta que la caridad que debemos practicar no se basa solo en exterioridades como dar monedas a los pobres, sino en valorar a cada persona. Se basa sobre todo en amar a los demás como a nosotros mismos.
Seamos como Lázaro, testimonio ante los demás, de que Jesús ha obrado en nosotros y así muchos más crean en él.

12 de Nisán - 27 de marzo de 2013

Los sumos sacerdotes ya habían dado aviso a la población de que, si conocían la ubicación de Jesús, les dieran aviso. Y claro, su intención era arrestarle para darle muerte, ya que lo consideraban su principal enemigo. Fueron muchas las veces que les echó en cara sus prácticas hipócritas, y su fingida religiosidad. Además, Jesús se declaraba Hijo de Dios, lo que lo convertía en igual a Dios. Esto les era inaceptable. Su sabiduría era superior a la suya y sus milagros demostraban su poder. ¡Sí que le tenían envidia estos hombres!

Judas Iscariote, aquél que ayer se quejó por el derroche monetario de María, fue a entrevistarse con los sumos sacerdotes judíos. Él les prometió entregarles a Jesús lo más pronto posible. ¡Satanás ya lo había inspirado a hacer esto! Ellos se alegraron mucho, y cómo no, si lo que querían era acabar con él pronto, y que no fuera durante la fiesta de la Pascua, para no causar alboroto entre la población.

¿Qué enseñanza obtenemos de aquí?
Así como Judas Iscariote traicionó a Jesús, muchas veces también nosotros lo hemos traicionado. Como cristianos, estamos comprometidos con él a vivir como tales. Sin embargo muchas veces nos alejamos, lo abandonamos. Nos volvemos a errores que tal vez dijimos nunca volver a cometer. O simplemente, caemos en los mismos pecados, por qué no nos esforzamos en tratar de cambiar. Debemos rechazar las tentaciones del Diablo y no ceder como lo hizo Judas Iscariote.

13 de Nisán - 28 de marzo de 2013

Jesús dio instrucciones a sus discípulos previamente para que todo estuviera listo para la cena de hoy. Pareciera que comerán la cena de Pascua como todos los judíos. Pero, ¡los judíos cenaran hasta mañana viernes! ¿Por qué Jesús se adelantó un día? Es claro que él no está celebrando la pascua judía, sino más bien está instituyendo otra celebración: La Eucaristía. Les explica que verdaderamente comen su cuerpo y sangre. También les da el poder a sus discípulos de realizar ese rito en memoria suya.

También, antes de cenar, se puso a lavarles los pies a sus discípulos. Ellos se sorprendieron, pues eso lo hacían los esclavos. Esa misma noche, después de la cena, oró en el Huerto de Getsemaní, donde le pidió a Dios Padre que se hiciera su voluntad y no la suya. Sufre tanto que suda gotas de sangre. Poco después llega Judas Iscariote con los soldados para arrestarlo y llevarlo con los jefes religiosos. Esa noche lo abandonan sus discípulos por miedo.

¿Qué enseñanza obtenemos de aquí?
+ Jesús dejó la Eucaristía para poder entrar en nosotros y lograr una unión más estrecha con él. Valoremos ese regalo que hoy tenemos en Misa.
+ Tal como él con sus discípulos, debemos ser humildes y serviciales para con los demás.
+ Hay que aceptar la voluntad de Dios, aunque no esté de acuerdo con nuestra voluntad, así como hizo Jesús.
+ No tener miedo de seguir a Jesús, pese a las consecuencias.


14  de Nisán - 29 de marzo de 2013

Jesús fue llevado desde muy noche a ser juzgado. Lo llevaron antes los sumos sacerdotes judíos. Lo llevaron primero con Anás, el suegro de Caifás. Le preguntaron si él era el Mesías, el Hijo de Dios. Cuando contesto afirmativamente, lo acusaron de blasfemia y digno de ser condenado a muerte.

De ahí ha sido trasladado con el procurador romano Poncio Pilato que gobierna en este tiempo. Pilato lo interroga, pero no encuentra en él ninguna prueba suficiente como para mandarlo matar. Pero los malvados sumos sacerdotes incitan al pueblo a que lo condene a muerte.

Pilato les da a elegir un preso para ponerlo en libertad. Podría ser Jesús o un asesino llamado Barrabas. La gente, incitada por los líderes religiosos, elige a Barrabas. ¡Pensar que la gente que lo había recibido con gran alegría al comenzar la semana lo condena ahora con si fuera un criminal!

Pilato se lava las manos y deja que ellos le den muerte. Lo azotan y le ponen una corona de espinas. Después le cargan una pesada cruz, que carga hasta llegar a un monte llamado Gólgota, que quiere decir Calavera. Ahí lo crucifican entre dos ladrones. Los soldados romanos se reparten sus vestiduras y se juegan su túnica a los dados. Jesús sufre mucho en estas horas. Ahí, presenciando esa cruenta escena estan su madre María, otra María esposa de Cleofás y María Magdalena.

Cuando en el Templo se sacrifican a los corderos pascuales, alrededor de las tres de la tarde, Jesús da un grito diciendo: ¡“Todo se ha cumplido!” e inclinando la cabeza, muere finalmente. Ocurre un terremoto, el velo del Templo, que mantenía a la gente alejada de la presencia de Dios en el lugar Santísimo, se parte en 2 partes de arriba a abajo. 

Como al atardecer comienza ya el día 15 de Nisán, los sumos sacerdotes piden a Pilato que retiren el cuerpo por qué el día que comienza era muy importante. José de Arimatea, que se había hecho discípulo de Jesús, fue a pedirle a Pilato el cuerpo de Jesús. Pilato se lo entregó. 
José lo envuelve en una sábana limpia, y lo deposita en un sepulcro cercano. También está ahí Nicodemo, un hombre que había ido a hablar con Jesús una noche, y llevó aloe y mirra, con los cuales ungieron el cuerpo de Jesús. Ahí permanecerá Jesús en estos días.

¿Qué enseñanza obtenemos de aquí?
Hoy es el día más importante en la vida de Jesús. Hoy se ofrece como víctima por nuestros pecados. El niño que recibimos una nochebuena, regresa al Padre, ahora muerto una mala tarde por todos nosotros.

Si Jesús nos ha salvado, ¿Por qué no nos enfocamos a llevar una vida basada en lo que enseño y que quiere para nosotros? Qué el Viernes Santo no se quede en las lágrimas provocadas por los oficios en las iglesias o por las películas acordes al tema que veamos, sino que se extienda a nuestros actos diarios.


15 de Nisán - 30 de marzo de 2013

Los sacerdotes judíos piden a Pilato que mande a custodiar el sepulcro de Jesús, para que nadie robe su cuerpo y así decir que resucitó. Después se preparan para seguir con la Pascua. El espíritu divino de Jesús  está visitando a las almas de los justos en los infiernos o el “Seno de Abraham”. Ahí esperaban desde hace mucho tiempo su liberación. Jesús los lleva con él al Cielo, ahora que ha vencido el pecado y traído la salvación.

16 de Nisán - 31 de marzo de 2013

Después de la fiesta de Pascua, las mujeres que seguían a Jesús fueron a comprar perfumes para ungir su cuerpo. Hoy, muy de mañana, fueron al sepulcro, algo preocupadas, por qué quizá no podrían mover la piedra que lo cerraba. Al llegar, notan que la piedra ha sido movida. Al entrar encuentran a unos ángeles que les avisan que Jesús ha resucitado, tal como él lo había dicho. Les mandaron a que avisaran a los apóstoles. Pero ellos no les creyeron. María Magdalena se encuentra con Jesús, al principio no lo reconoce, pero después se alegra por ver a su maestro vivo. Él le envía a decir a sus apóstoles que está vivo y que los verá en Galilea. Presurosa va con ellos, pero no le creen.

Jesús por su parte se aparece a dos discípulos que iban de regreso a su pueblo, llamado Emaús, donde tampoco lo reconocen. Le explican que un poderoso profeta fue crucificado hace tres días, y que esperaban que fuera el libertador de Israel. Él les explica las Escrituras que hablaban del Mesías.  Más tarde le invitan a quedarse, así que acepta. Cuando hace la fracción del pan, lo reconocen, pero él había desaparecido. Así que regresan rápido a Jerusalén.

Mientras contaban lo sucedido a los apóstoles, se aparece Jesús entre ellos. Se postraron ante él, aunque creían ver un espíritu. Jesús en cambio, comió ante ellos para probarles que era un ser de carne y hueso. Tomás, uno de los apóstoles, no estaba ahí, y no les creyó. Pero otro día se apareció ante ellos, y le dijo a Tomás que tocara sus  llagas para que así creyera. Jesús habla aquí sobre el creer sin ver, como principal característica de la fe.

Después de estar con ellos durante muchos días, fue tiempo de regresar de vuelta con su Padre. El ascendió a los cielos, pero no sin antes encargar a sus discípulos el esparcir su mensaje por todo el mundo. 

¿Qué enseñanza obtenemos de aquí?
Los discípulos no creyeron las palabras de las mujeres, ni Tomás la de los discípulos. Necesitaron ver para creer. Nosotros en cambio, necesitamos mejor creer para poder ver, sobre todo en una sociedad que niega a Dios por qué no lo vemos.

Dios actúa siempre en nuestras en vidas, y eso indica precisamente que Jesús está vivo, ya sea en nuestros fracasos o en nuestros éxitos, en la alegría o en la tristeza. Él nunca nos abandona, solo basta en confiar cada día a Él.

¿Ahora qué podemos hacer?

Jesús no terminó muerto como otros profetas, maestros o personajes memorables de la historia. No es solo una figura religiosa que impuso reglas difíciles y aburridas. Por otro lado, también es negado por muchas personas. Con todo esto cabe preguntarnos, ¿tendría sentido la vida si solo fuera un lapso de tiempo donde disfrutamos del dinero y luego terminamos por siempre en una tumba? ¿O será que la salvación que nos dio Jesús puede darnos felicidad y esperanza plena?

Pascal, el filósofo francés, dijo cierta vez: “Hay un vacío con forma de Dios en el corazón de cada hombre que sólo Jesucristo puede llenar”. Por eso Jesús es el que da sentido a la vida. Y fue Él, precisamente, que nos liberó del pecado. El cuál es la causa de la ruptura de todas las relaciones. Pero Jesús nos salvó, y nos invita a acercarnos a Dios. El artista Kanye West, escribió en una de sus canciones: “Quiero hablar con Dios pero tengo miedo porque no hablamos hace mucho tiempo”. Le invitamos a dar el primer paso, al acercarse esta Semana Santa más profundamente en los oficios que se realizaran en su parroquia más cercana, y valorar realmente el regalo que Jesús nos dio a cada uno de nosotros.