domingo, 2 de diciembre de 2012

La verdad acerca de la Navidad


"Navidad, Navidad, Hoy es Navidad, es un día de alegría y felicidad" (Villancico popular)

NAVIDAD está próxima, ¿Cómo la celebrará usted? ¿De manera sana, en familia, recordando el nacimiento de Jesús? ¿O hará estrepitosas fiestas, donde el comer y el beber en exceso será lo primordial? ¿Qué es lo que espera el 25 de Diciembre? ¿Ir a la iglesia a recordar que ha nacido el Salvador de la humanidad? ¿O muchos regalos traídos por Santa Claus?

Esta fiesta es sin duda una de las más populares en el mundo, llegando incluso a los países del oriente. En China no se celebraba la Navidad hasta hace unos años, pues su fiesta más importante es el Año Nuevo Chino. Aún así, la cultura occidental ha entrado a la oriental, y la Navidad se ha implantado. Lamentablemente, en China hay muy pocos cristianos, siendo estos tan solo el 1% de la población. Cierta revista turística reconoce que: "Los chinos saben en verdad muy poco acerca de la Navidad: qué se festeja, sus motivos, las tradiciones y su significado real" (Diario de un Turista, "Una navidad en China",18 de noviembre de 2009).

Pero aún así, la Navidad representa un pretexto más para hacer crecer la economía del país oriental. La mayoría de los adornos navideños que usted y yo usamos, son hechos en China. Incluso en países de medio Oriente como Irak, Pakistán, Irán y Egipto celebran la Navidad, claro que está solo se nota por el hecho de que algunas tiendas están adornadas o en los centros comerciales donde la figura de Santa Claus se hace presente a los niños de aquellos lugares.

Pero antes de irnos demasiado lejos, hay que ver lo que sucede aquí en Occidente. En Estados Unidos, la Navidad se ha convertido en una mera fiesta donde su significado religioso se ha ido perdiendo, y la fiesta, los regalos y la figura de Santa Claus - o Papá Noel - han tomado más importancia. México y Canadá, países vecinos, han ido absorbiendo poco a poco las influencias del país americano. En México, tan solo hace 50 años, el nacimiento de Jesús era recordado ampliamente con posadas y misas de gallo en los templos. Ahora a inicios de este siglo XXI, la imagen de Santa Claus se ha filtrado y es el personaje que más popularidad ha ido tomando entre los niños mexicanos. La gente prefiere el centro comercial que las iglesias. ¿A qué se debe este gran cambio? ¿Tendrá Satanás algo que ver? ¿Cómo debería ser entonces la Navidad original?

Antes de analizar esta importante fiesta para los cristianos, es importante leer los relatos bíblicos en los que se basa la Navidad, y que se han ido olvidando por una sociedad cada más secularizada.

LA NAVIDAD EN LA BIBLIA
Según San Mateo: Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo». Al enterarse, el rey Herodes […] reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías. «En Belén de Judea, –le respondieron–, porque así está escrito por el Profeta: "Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi pueblo, Israel"».

Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envió a Belén, diciéndoles: «Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya y le adore». Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le adoraron. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra.

Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: "Desde Egipto llamé a mi hijo". Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años. (Mateo 2, 1-16)

Según San Lucas: José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.

En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Angel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Angel les dijo: «No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él».

Después de que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado». Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. (Lucas 2, 4-16)
  

¿Le parece interesante a usted saber el porqué de las cosas? De ser así, tal vez le gustaría saber el porqué de las siguientes preguntas: 1) ¿Por qué se celebra la Navidad el 25 de diciembre?, 2) ¿Es cierto que la Navidad es una fiesta pagana cristianizada?, 3) ¿Cómo es que se perdió el significado de la Navidad?, 4) ¿Que tiene que ver Santa Claus o Papá Noel, con el nacimiento de Jesús?, 5) ¿Sería algo malo dar, o mejor dicho, intercambiar regalos?

Comencemos entonces a responder de manera clara y precisa estas 5 preguntas, pero no solo con el apoyo de la Biblia, sino además con los registros históricos.


1) ¿Por qué se celebra la Navidad el 25 de diciembre?


La costumbre. La tradición durante muchos siglos ha sido la de celebrar la Navidad el día 25 de Diciembre. La mayoría de las definiciones sobre Navidad en las enciclopedias declara que es "la fiesta más importante del cristianismo -después de Pascua- que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén".

El mito. "La elección del 25 de diciembre no tiene fundamento en la Biblia, sino en las fiestas romanas paganas que se celebraban a finales del año." (The Christmas Encyclopedia)

"Podemos estar seguros de que no nació un 25 de diciembre. ¿Por qué? La Biblia revela que  [...] había pastores que [...] cuidaban sus rebaños de noche cerca de Belén [...] para diciembre, el frío se intensificaba e incluso venía acompañado de nevadas." (Revista ¡Despertad! de los testigos de Jehová. Diciembre de 2010)

Lo que dice la Biblia. Si bien es cierto que las Escrituras no mencionan la fecha exacta del nacimiento de Jesús, podemos asegurar que no hay razón sólida para rechazarla. ¿Por qué? La primera razón es que la Navidad no conmemora ninguna fecha, conmemora hechos. La Navidad conmemora que "la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros" (Juan 1, 14). Por tanto, no habría de que preocuparse de si la fecha es la exacta o no, pues lo que celebramos no es la fecha del nacimiento de Jesús, sino el hecho de que Jesús verdaderamente vino al mundo.

La segunda razón apunta a la relación entre la fiesta de la Dedicación del Templo celebrada por los judíos y la Navidad cristiana. La fiesta de la Dedicación era celebrada -según la misma Biblia- el 25 del mes de Kislev. Este mes corresponde al actual Diciembre. Esta fiesta fue para los judíos de gran alegría pues se purificó el Templo que había sido profanado por los paganos. La Biblia afirma que "encendieron las lámparas del candelabro [...] adornaron la fachada del Templo con coronas de oro y pequeños escudos [...] En todo el pueblo reinó una inmensa alegría" (1 Macabeos 4, 50-58). Un gran parecido con la actual Navidad. Así como al viejo altar profanado fue echado fuera y se construyó un nuevo, así una vieja ley profanada por preceptos humanos fue abolida con el nacimiento de Jesús para dar paso a la salvación de la humanidad.

Lo que dice la historia. La versión popular histórica sobre la elección del día 25 dice que la Iglesia eligió la fecha para así cristianizar las fiesta paganas romanas de la Saturnalia, sin embargo, William J. Tighe, profesor de historia de la Universidad de Muhlenberg, afirma que fue todo lo contrario: "[...] el festival pagano del "Nacimiento del Sol Invicto" [...] fue un intento de crear la alternativa pagana a una fecha que ya gozaba de cierta importancia para los cristianos romanos" ("La auténtica historia del 25 de Diciembre", William J. Tighe,  22 de diciembre de 2008). Otro erudito llamado Michel Loconsole, presidente de la Asociación para las Relaciones con el Oriente Próximo, también afirma: "[...] parece que ha sido la fiesta pagana del 'Sol invictus' la que fue pospuesta al 25 de diciembre, tratando de hacer sombra o de sobreponerla a la cristiana de la Natividad del Señor". (Del libro, "Quando e nato Gesu? [¿Cuándo nació Jesús?])

Cada vez más autores comienzan a señalar que las fechas que ha elegido la Iglesia, tales como 23 de septiembre y 24 de junio, anuncio y nacimiento de Juan Bautista, y en especial, 25 de marzo y 25 de diciembre, Anunciación y Navidad, no son fechas para sustituir otras, sino que la Iglesia las ha conservado como memorias ininterrumpidas. Está claro que la Navidad no se comenzó a celebrar públicamente hasta que no cesó la persecución. Sólo hasta 354 se constata la celebración de la Navidad el 25 de Diciembre.

Los Padres de la Iglesia sabían que esa era la Tradición de la Iglesia como afirmaba San Agustín: "Él ha nacido, según la Tradición, el 25 de Diciembre" (De Trinitate IV, 5). Hipólito de Roma también afirmó: "la primera venida de nuestro Señor, la que tuvo lugar en la carne, según la cual Él nació en Belen, tuvo lugar ocho días antes de las calendas de Enero (1 de Enero), el miércoles, el año 42 del reino de Augusto" (Comentario su Daniele IV, 23, 3).


San Hipólito de Roma
Los estudios de la profesora francesa Annie Jaubert a los manuscritos de Qumrán, documentos antiguos encontrados cerca del Mar Muerto, aportan gran información. Unos de los libros encontrados llamado "Libro de los jubileos" daba el orden de los turnos de los sacerdotes en el templo. Según estos datos, el turno de la orden de Abdías, que la Biblia le atribuye a Zacarías (Lucas 1, 5), era el octavo de los 24 turnos del templo, y se celebraba la ultima semana del actual septiembre. Esto confirma la Tradición de la Iglesia de celebrar el anuncio a Zacarías el 23 de Septiembre y el del nacimiento de Juan el 24 de junio. Si tomamos en cuenta que la Anunciación a María fue en el sexto mes de Isabel (Lucas 1, 26), entonces ocurrió en Marzo, que confirma la Tradición de la Anunciación el 25 de Marzo, entonces por ende, la Navidad es 9 meses después, el 25 de diciembre.

¿Qué hay de los pastores? Algunos no católicos argumentan que hacía demasiado frío en invierno cómo para que hubiera pastores a campo abierto como lo relata la Biblia. Sin embargo, un estudio realizado por Michel Loconsole al examinar diversas fuentes hebraicas descubrió que en la cultura de Israel existían tres tipos de rebaños: los de lana blanca, de lana blanca con manchas oscuras y los de lana oscura. Estos ultimos eran considerados impuros y no podían refugiarse en la ciudad, sino a campo abierto, lógicamente los pastores tenían que acompañar a su rebaño, aún con el frío. Entonces, este descubrimiento es una prueba más a favor del 25 de diciembre.

Todos estos nuevos estudios a los Rollos de Qumrán y a lo que citaron los Padres de la Iglesia, ha hecho cambiar de postura a muchos estudiosos, que ahora dicen estar de acuerdo con los Padres de la Iglesia, esto los ha llevado a afirmar que la fecha más probable del nacimiento de Jesús es la del 25 de diciembre.

2) ¿Es cierto que la Navidad es una fiesta pagana cristianizada?


Algunos le atribuyen a la Navidad
el ser la sustituta de la Saturnalia
La costumbre. Muchas enciclopedias afirman que la Navidad no fue más que un intento de la Iglesia de parar las fiestas paganas romanas. Algunas fuentes católicas y hasta en algunos seminarios es la versión más común, pero también se afirma que no importa esto, ya que lo pagano se cristianizó.

El mito. Según algunos cristianos fundamentalistas, la fiesta de la Navidad es totalmente pagana que no debe celebrarse pues la Biblia jamás menciona la fecha, ni mucho menos manda celebrar anualmente el nacimiento de Jesucristo. 

Otro de sus argumentos dice que su origen surgió de "[...] fiestas paganas que comenzaron a “cristianizarse” en el año 350, cuando el papa Julio I designó el 25 de diciembre como día del cumpleaños de Jesús." (Revista ¡Despertad! de los testigos de Jehová, diciembre de 2010)

Lo que dice la Biblia. Las Escrituras mencionan también que la fiesta de la Dedicación del Templo, no fue mandada a celebrar por Dios sino que "Judas, de acuerdo con sus hermanos y con toda la asamblea de Israel, determinó que cada año, a su debido tiempo y durante ocho días a contar del veinticinco del mes de Quisleu, se celebrara con júbilo y regocijo el aniversario de la dedicación del altar." (1 Macabeos 4, 59). Hasta Jesús mismo asistió a este fiesta (Juan 10, 22-23). Por tanto, que la Biblia no ordene celebrar el nacimiento de Jesús no contradice en nada la Biblia, por qué se está conmemorando un hecho bíblico, y a la figura central del Cristianismo. La fiesta de la Dedicación es celebrada hoy en día y es conocida como Hanukkah.

Lo que dice la historia. La hipótesis de que la fecha de la Navidad fue establecida por la Iglesia para combatir el culto del "Sol Invencible" parece irse convirtiendo cada vez más en poco probable. Algunas de las razones que dan los estudiosos son cuatro principales:

1. Cuando los Padres de la Iglesia afirman que la fecha del nacimiento de Jesús es el 25 de diciembre, no dan ni la más mínima referencia al "Sol Invencible".
2. El Solsticio de invierno es el 21 de diciembre, no el 25, por tanto la fiesta del sol invencible celebrada en el solsticio no pudo ser el día 25. Michel Loconsole cita en su libro que la fiesta era celebrada del 19 al 22 de diciembre.
3. En Roma el culto al sol inicia en 218, y se oficializa con el emperador Aureliano en el año 274, pero aún se seguía celebrando el 19 de diciembre y no el 25. Cuando se menciona por primera vez la fecha de la fiesta del sol invicto en diciembre 25 es en el año 354, siendo que Hipólito había mencionado el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre años antes, en el 204.
4. El dios Mitra se ha relacionado con el 25 de diciembre, alegando que había nacido ese mismo día y que había sido un dios encarnado nacido de una virgen y visitado por pastores. Esto no es más una mentira histórica, ya que está comprobado que Mitra no nació en diciembre, no era algún dios encarnado, nació de una piedra no de una virgen y nunca fue visitado por pastores.

La fecha del 25 de Diciembre no tenía ningún sentido religioso en el calendario romano hasta antes de Aureliano. De hecho, el culto al Sol no tenía mucho importancia en Roma, el dios principal era Júpiter. Del dios Sol, solo había 2 templos en Roma cuyas fiestas eran el 9 de agosto y el 28 de agosto, que cayeron en desuso en el siglo II. Aureliano, quien gobernó del año 270 hasta su asesinato en el 275, fue el que fortaleció la posición del dios Sol Invencible entre los dioses romanos, para crear un nuevo culto en el cual pudieran participar todos los pueblos del imperio, fueran occidentales u orientales.

San Agustín y Sexto
Julio Africano ya seña-
laban el 25 de diciem-
bre como fecha de la
Navidad cristiana.
Pero siglos antes, los primeros cristianos habían intentado encontrar la fecha exacta en la que murió Jesús, y entre tantas cuentas llegaron a dos fechas: 6 de abril y 25 de marzo. Una creencia del judaísmo que tomaron los primeros cristianos era la de afirmar que los grandes profetas habían muerto el mismo día que los concibieron, por tanto, pensaron que Jesús pudó haberse concebido el 25 de marzo y nacido el 25 de diciembre.

Ya el escritor cristiano Sexto Julio Africano habla del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesús en el año 220 (The Christian Era of Africanus, pp 112) y San Agustín afirma en el año 202 que los donatistas no celebraban Epifanía. Agustín no menciona la Navidad. La hubiera mencionado si los donatistas hubieran creído que la Navidad era influencia del emperador que tanto odiaban. Entonces esto nos da como resultado que ya desde el siglo II se decía que Jesús había nacido el 25 de diciembre.

La popularidad de la fiesta cristiana de la Navidad fue otro hecho importante para que el emperador Aureliano promoviera la fiesta de la Saturnalia el mismo día que los cristianos celebraban el nacimiento de Jesús para contrarrestar la popularidad de la fiesta cristiana.

La idea de que la Iglesia había adoptado el paganismo en la Navidad fue idea de un protestante alemán llamado Paul Ernst Jablonski a finales del siglo XVII. Pretendió demostrar que la Navidad era una de las muchas "paganizaciones" de la Iglesia del siglo IV. Todo parece indicar entonces que el establecimiento de la fecha de la Navidad no tuvo nada que ver con la fiesta de la Saturnalia.

3) ¿Cómo es que se perdió el significado de la Navidad?

La costumbre. ¿Qué vas a regalar esta Navidad? Esta es una de las frases más escuchadas en la temporada navideña. Lo mismo se puede decir de si ya se tienen los adornos, o como se va a adornar la casa este año. Si ya existen planes entre amigos para organizar alguna fiesta, que es lo que van a consumir en ella, incluyendo el alcohol. En fin, la fiesta y los regalos son el tema principal.

El mito. "La Navidad no es más que un invento del capitalismo para exprimir el bolsillo de la gente" (Opinión pública)

"Es un pretexto para vender más en esa época del año" (Opinión pública)

"Es hora de quitarle el sentido religioso a la Navidad (de quitarle Christ a Christmas), y convertir esta festividad en una celebración comercial egoísta sin culpa, a favor de la razón, y de este mundo". (Leonard Peikoff)

Lo que dice la Biblia. "Ustedes [...] no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él" (Juan 15, 19) Jesús afirmó que los cristianos no son de este mundo, por tanto no debe imitar ni aceptar lo que el mundo ofrece. ¿Es decir, evitar celebrar Navidad? No. Las palabras de Jesús sobre el mundo quiere decir evitar todas aquellas cosas mundanas que solo causan un placer momentáneo. La Biblia dice: "No amen al mundo ni las cosas mundanas [...] todo lo que hay en el mundo es concupiscencia de la carne, codicia de los ojos y ostentación de riqueza" (1 Juan 2, 15-16). ¿Qué ofrece en estos tiempos el comercio durante la Navidad? Comprar, regalar, comer, beber, comprar... en fin, un ciclo donde lo importantes es comprar y regalar, solo satisfacer las necesidades humanas, pero en nada a las espirituales. ¿Ha sido siempre así la Navidad?

"Llegará el tiempo en que los hombres no soportarán más la sana doctrina; por el contrario, llevados por sus inclinaciones, se procurarán una multitud de maestros que les halaguen los oídos" (2 Timoteo 4, 3-4). Algunas personas se imaginan que en los siglo VII, X, XIV, XVII, o cualquier otro de la Edad Media la Navidad era igual a la que hoy nos ofrecen los medios. La verdad es otra. La Navidad como temporada de consumo fue inventada como tal a finales del siglo XIX por el comercio estadounidense. La Biblia habló de hombres que abandonarían las enseñanzas puras llevados por sus inclinaciones. ¡Qué acertadas fueron estas predicciones! Hasta en el tema de la Navidad fue así. Muchos comerciantes americanos, llevados por las ansias de vender y la codicia, comenzaron a crear nuevas técnicas de mercadotecnia con el afán de aumentar sus ventas y usando a la Navidad como excusa.

"No imiten las costumbres de los paganos" (Jeremías 10, 2) La Biblia nos vuelve a aconsejar respecto a esto a "no imitar las costumbres de los paganos". ¿Cómo? La respuesta es fácil: No siendo cómplice de la Navidad pagana que, año con año, está creando el sistema mercantil americano y que se expande cada vez más al mundo. ¿Por qué habría usted de comprar algo que no necesita? ¿O por qué se sentiría obligado a regalar algo que no puede costear?

Lo que dice la historia. "El origen cristiano de la Navidad, el nacimiento de Jesús, ha sido colocado en el segundo plano. Se está volviendo cada vez más una festividad reducida a un simple comercio y compra de regalos". (Bettina Chade, promotora alemana de San Nicólas y la verdadera Navidad)

Cada año, en temporada Navideña, lo que más se oye anunciar en los medios son las "ofertas" por Navidad, los precios bajos de los juguetes o las promociones en las cenas navideñas. Los regalos siempre son lo más importante, los adornos también. ¿Cómo es que se deformó la celebración del cumpleaños de Jesús?


Ya desde siglos pasados algunos
usaban a la Navidad como excusa
para excederse en el comer y beber.
Ya vimos que desde los inicios del cristianismo era celebrada la Natividad del Señor. Claro que, terminada la persecución del Imperio contra los cristianos, esta gozó de más libertad para ser celebrada públicamente. La fiesta de la Navidad fue toda una solemnidad durante siglos,  con cantos gregorianos como el "Gloria In Excelsis Deo", por mencionar un ejemplo. El documental de 2011 "La verdadera historia de la Navidad", de History Channel menciona que: "En las iglesias, se celebraba esta fecha con mucha solemnidad, la gente se reunía y encendía velas, era lo que se hacía en Nochebuena.".

Sin embargo, siempre está presente la influencia del Diablo en las personas de todos los tiempos, a esto el documental agrega: "Pero fuera de las iglesias [...] la Navidad era vista como una festividad para embriagarse. A la larga, esta manera profana de celebrarse se impondría a la religiosa, y eso llevo a los protestantes a prohibirla en cualquiera de sus formas".

Ya desde un principio, hubo gente a la que no le importaba para nada el verdadero significado de la Navidad, sino que llevada por sus pasiones dejó a un lado lo religioso y quiso satisfacer meras necesidades carnales. La Iglesia tuvo que luchar para que esta falsa forma de celebrar Navidad no fuera a imponerse. Después de la Reforma Protestante, los puritanos -protestantes ingleses que colonizaron Estados Unidos- la prohibieron, pues según ellos, con las prácticas de algunos, más que honrar, se deshonraba a Cristo en su cumpleaños. Esto a pesar de que Martín Lutero la siguió celebrando. Claro, el sabía que la Navidad era cristiana, y que no debía ser rechazada simplemente porqué algunos la utilizaran como una forma de libertinaje.

En 1820, en Estados Unidos, la Navidad parecía desaparecer, pero fue Charles Dickens, quién la reinventó con su libro "Un cuento de Navidad" de 1843. Entonces con el paso de los años se empezó en Estados Unidos a darle un nuevo significado a la Navidad. Lo que los puritanos habían intentado evitar años atrás, sus descendientes lo estaban haciendo, y lo empeorarían, inventando una nueva figura navideña que sería la responsable de seguir deformando la Navidad.

4) ¿Qué tiene que ver Santa Claus o Papá Noel, con el nacimiento de Jesús?

La costumbre. La historia actual en muchos países considera que Santa Claus es el que trae los regalos la noche del 25 de Diciembre. Los niños tienen que escribirle una carta para que esté les fabriqué los juguetes en una fábrica en el Polo Norte con ayuda de duendecillos.

El mito. "Santa Claus no es más que el mismo San Nicolás de Bari"

"Santa Claus, San Nicolás de Bari, da igual, lo que importa es que trae regalos"

Lo que dice la Biblia. "Renuncien a la mentira y digan siempre la verdad a su prójimo" (Efesios 4, 25). ¿Quién es nuestro prójimo? Todos lo que nos rodean, en especial, a la familia. ¿Qué relación puede haber entre la verdad y Santa Claus? Ninguna.


Por un momento piense lo que involucra el mito americano de Santa Claus: Mentirle a los hijos año con año con la historia de que un anciano bonachón trae regalos a los niños buenos, aún cuando es obvio que los padres compraran los regalos, por mucho que les cueste, solo por tratar de mantener una tradición de hombres, estadounidense y por demás falsa.

Si bien es cierto que en algunos países no es Santa Claus, sino los Reyes Magos o el Niño Dios los que traen los regalos, esto haría que al menos ya por ser figuras cristianas no fuera tanto el peso de la "mentira", pero ¡Sigue siendo mentira! Una "mentirilla piadosa" como le dicen algunos, pero aún así sigue siendo mentira. ¿Cuál sería entonces la solución a esto, si la Biblia nos pide decir "mutuamente la verdad" (Zacarías 8, 16)? Pues eso mismo, decir la verdad. Algunos padres simplemente han decido no continuar con la tradición americana y desde pequeños les han inculcado a sus hijos que Santa Claus no existe. ¡Se oye fuerte el tener que decirle la verdad a los niños!, pero como dice San Pablo: "¿Acaso yo busco la aprobación de los hombres o la de Dios?" (Galatas 1, 10)

Lo que dice la historia. Si bien es cierto que los orígenes de Santa Claus se remontan a las historias sobre San Nicolás de Bari Myra, el actual Santa Claus dista mucho de ser el auténtico San Nicolás, "[...]la mercadotecnia, con tal de vender en estas fechas, ha sido capaz de inventar a través de los años malformaciones tales como los duendes, el taller de juguetes, el simpático reno Rodolfo, y hasta la misma Sra. Claus." (Blanca Arías de Anda, "La verdadera historia de Santa Claus")


De arriba a abajo: Clement
C. Moore, Thomas Nast y
Habdon Sundblom
María Longinotti, doctora en historia, asegura que "San Nicolás de Bari, obispo cristiano del siglo IV, nunca puede ser el mismo que el Papá Noel actual " ("Papá Noel, ¿pariente cercano del diablo?" 22 de diciembre de 2011) ¿De dónde surge históricamente entonces Santa Claus? Todo parece indicar que después de la Reforma Protestante, la figura de San Nicolás de Bari se fue modificando, era un santo y los protestantes no podían seguir admitiéndolo en sus costumbres, por estar ligado al cristianismo católico. Los pueblos alemanes, holandes e ingleses aún conservaban a Sint Niklaus o Sinterklass como patrono antes de la colonización de América, y después de está, los holandeses lo introdujeron en al Nuevo Mundo al fundar Nueva Amsterdam, mejor conocida como Nueva York hoy día.

En 1809, el escritor Washington Irving deformó al santo holándes Sinterklass, en un mago nórdico llamado Santa Claus. Más tarde otro escritor, Clement Clark Moore, se basaría en el personaje de Irving para escribir un poema titulado "Una visita de San Nicolás" de 1843, que hoy conocemos como "La noche antes de Navidad". En este relato, Moore le agregó muchos aspectos del Santa moderno. El visitar casas en víspera de Navidad, bajar por la chimenea y viajar en un trineo tirado por ochos renos. Resulta irónico, pues la fiesta de San Nicolás es el día 6 y no el 25 de diciembre, o que el antiguo dios Odin fuera barbón y montará un caballo veloz de ochos patas.

Posteriormente en 1863, el dibujante Thomas Nast le dió a Santa Claus su imagen actual, que en ese momento ya nada tenía ver con San Nicolás de Bari. Esto sería el principio de una de las principales estrategias publicitarias americanas. El ya citado documental "La verdadera historia de la Navidad" de History Channel afirma: "Hacia mediados del siglo XIX ya las tiendas habían convertido la Navidad en algo comercial, así vendían papel de regalo, tarjetas de Navidad, decoraciones y especialmente, juguetes". Lo que empeora todo hasta este momento, es que no solo se había paganizado la imagen de San Nicolás para convertirlo en Santa Claus, sino que ahora también se empezaba a usarlo como imagen para vender.


Antigua publicidad navideña estadounidense usando la imagen de Santa Claus.
(De izquierda a derecha): Santa Claus promocionando la R.H. Macy Co. Santa Claus
 promocionando la jugueteria Lloyd & Magnus. Santa Claus promocionando la carne
mincemeat de Atmore. Santa Claus promocionando los zapatos de Reynolds Brothers.

Santa Claus sin duda es solo una imagen pagana comercial creado por Estados Unidos, a la que se incorporaron tradiciones como el caballo de ocho patas del dios Odin o los Zwarte Pietten, unos criados de Sinterklaas que deciden que niños merecen regalos. La autora ya citada, María Longinotti, agrega a esto: "El caballo blanco se convirtió en el trineo tirado por renos y los Zwarte Pieten de Sinterklaas se transformaron en duendes o gnomos." (Idem). Incluso elementos tan inocentes como el entrar por la chimenea o vivir en el Polo Norte tienen orígenes oscuros, asi lo asegura la Dra. Longinotti: "La chimenea tiene connotaciones demoníacas o hechiceriles, como todo lo relacionado con el fuego [...] Que Santa Claus descienda por una chimenea en pleno invierno —o sea, con el fuego encendido— sugiere que es inmune a él, como el diablo. Hasta el mismo lugar de residencia de Santa Claus —el Polo Norte o Finlandia— habla de su carácter demoníaco: en la literatura, el diablo suele ser descrito como extremadamente frío —lo que quizá le permite soportar el calor del infierno." (Ibidem)

El pintor Habdon Sundblom fue contratado por la compañia de refrescos "Coca-Cola" para que le diera una nueva imagen a Santa Claus para la publicidad de la empresa. Desde entonces es común ver a Santa en los comerciales de la compañía cada Navidad.

Todo apunta a que Santa Claus es solo otro disfraz del Diablo para alejarnos de Jesucristo y la verdad. (2 Corintios 11, 14). Incluso el famoso Papá Noel era y es apodado en ocasiones como el viejo Nick. La Dra Longinotti agrega a esto: "No solo eso: el apodo del diablo es, en inglés, Old Nick (Viejo Nick)." (Ibidem)

5) ¿Sería algo malo dar, o mejor dicho, intercambiar regalos?


La costumbre. Dar regalos a los amigos o familiares en Navidad se sale de lo normal pues no solo por qué se intercambian, sino también por qué se dan por mero compromiso social y por qué así es la costumbre.

El mito. "La Navidad no sería la misma sin los regalos, los adornos o las fiestas"

"Regalar algo es muy importante en la Navidad, pues así demuestras el amor a tu familia y amigos"

Lo que dice la Biblia. La alegría, el amor y la generosidad deberían caracterizar a la Navidad, no por qué se lo demuestren a usted con regalos, sino por el hecho de reunirse en familia, de reafirmar lazos de amistad o de dedicarle tiempo a los que más queremos. 

Jesús afirmó en sus días: "La felicidad está más en dar que en recibir" (Hechos 20, 35). ¿Por qué deberíamos esperar entonces que nos regalen algo en Navidad por obligación, o por compromiso de algún intercambio?  La Biblia nos dice "que cada uno dé conforme a lo que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría." (2 Corintios 9, 7). Este es un consejo bíblico práctico y muy acertado en esta temporada.


No es lo mismo regalar por
costumbre que por amor.
Los intercambios navideños son para muchos un problema, no solo económico que implica sacar de nuestro bolsillo para pagarlo claro está, sino que también a nivel social. Algunas personas tienen dificultad para elegir el regalo adecuado para otra persona, algunas otras se esfuerzan por comprar el mejor regalo cueste lo que cueste. ¿No será esto demasiado compromiso? Para algunos tal vez no, pero para otros resulta una pesada carga. Si usted desea regalar algo en Navidad lo puede hacer libremente y sin ningún temor por ir contra la Biblia. Si desea intercambiar regalos, lo puede hacer, pero recuerde que no todos están en condiciones de regalarle algo también.

Lo que dice la historia. Durante las fiestas romanas de la Saturnalia tenían muchos costumbres, como las fiestas, el comer, el beber, liberar a los esclavos, y una de estas era el de intercambiar regalos. Algunos ministros religiosos han intentado justificar esta práctica en la Navidad alegando que los Magos llevaron regalos a Jesús en su nacimiento, pero cabe destacar que nunca hubo algún intercambio.

La tradición del intercambio parece haberse filtrado dentro de las tradiciones de la Navidad por muchas de las personas que desearon copiar los actos paganos de las Saturnales. Estas prácticas se fueron pasando de generación en generación por aquellos que preferían una Navidad secular sin alguna referencia religiosa. Al comercio estadounidense le pareció bien retomar esta costumbre para aumentar las ventas. El Diario de Yucatán reconoce que "En las naciones protestantes el intercambio de regalos tiene lugar en Navidad. " ("Los Reyes Magos, una tradición aún arraigada", 4 de enero de 2001). 

Si en su caso, le gustan los intercambios, y entre sus amigos y familiares hay la posibilidad económica y están todos de acuerdo, puede realizarlo, sino le convendría preguntarse ¿Le parecería bien a usted continuar fomentando una tradición humana que no solo enriquece a los comerciantes, sino que además obliga a los demás a gastar dinero? Para muchos es impensable que sea Navidad sin que les regalen algo. Todo esto no es más que el resultado del consumismo que contamina cada vez más a la Navidad.



Aún existe gente que celebra la auténtica Navidad, es decir,
conmemora el nacimiento de Jesucristo en familia.

Consumismo: Una artimaña de Satanás

Cuando se examinan de verdad las acusaciones entorno a la Navidad a la luz de las Escrituras y de la historia, vemos que la Navidad, más alla de ser "cristiana solo de nombre", es realmente una fiesta que nació dentro de la Iglesia de los primeros siglos y que no está en deuda con la Saturnalia romana. Sin embargo, ¿Cómo es que la Navidad se ha perdido casi por completo? Tal como la Biblia había predicho, muchas personas dejaron la verdad por parecerles inútil y decidieron mejor escuchar a aquellos que les decían lo que querían escuchar (2 Timoteo 4, 3-4), así, llevados por deseos, decidieron infiltrar el paganismo dentro del cristianismo.

Claro que, desde un inicio Satanás está detrás de todo esto. Su mejor plan fue ir desvirtuando el verdadero significado de la Navidad desde un comienzo. Ya en tiempos modernos, no solo decidió influir en los hombres el deseo por las cosas del mundo (1 Juan 2, 15), sino que bajo el disfraz de Santa Claus (2 Corintios 11, 14) decidió promover la codicia entre los comerciantes, aunque esta supusiera obtener ganancias a costa de los demás. (Jeremías 22, 17). Así ha continuado hasta hoy en día haciendo que más gente olvide lo que signifique la Navidad, y que al contrario, siga comprando, comiendo y bebiendo sin motivo. 


Es increíble ver como cada año la Navidad se centra más en las compras,
 en la comida, la bebida, la fiesta, y más y más regalos.

El plan de Satanás es precisamente hacer que los regalos, los adornos y la fiesta tomen el lugar de la alegría, la convivencia familiar y la solemnidad del nacimiento de Jesús. ¿Cree usted que Satanás ha logrado lo que esperaba? Tome en cuenta el ejemplo de la Navidad en China, donde ha llegado hasta allá como una simple fiesta secular sin sentido religioso alguno. Muchas han llamado a esto: "occidentalización sin razón". Una revista turística antes mencionada reconoce: "La gente intercambia presentes expresando el amor y el cariño que se tienen, aunque no se visitan en las casas y muchos menos tienen un pesebre a los pies del árbol. Digamos que se han subido a la ola sin saber bien de qué se trata. ¡Y eso que el 90% de los adornos navideños están fabricados en China! Pensad que los trabajadores que los hacen en las fábricas no saben ni para qué son" (Diario de un turista, "Una navidad en China", 18 de noviembre de 2009) 

No cabe la menor duda que Satanás está logrando lo que quiere: Presentar la Navidad, no como el cumpleaños de Jesús, sino como una simple fiesta para reunirse a comer y beber sin razón alguna, ni conmemorando nada, donde el comprar lo más que pueda, trae la felicidad. ¿Qué han hecho algunas personas respecto a esto? Hay algunas que se decepcionaron de esta fiesta y decidieron no volver a celebrarla jamás, otros en cambio, como buenos cristianos, decidieron retomar el verdadero significado de la Navidad que la Iglesia enseña e inculcarlo a sus hijos. Para ello, decidieron abandonar las costumbres falsas y consumistas navideñas, ¿Los ha privado tal postura de ser felices? Al contrario, ahora saben que la verdad es mucho mejor que mantener pesadas deudas a cambio de una supuesta "felicidad".


Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres

Muchas personas están intentado recuperar a la Navidad y su verdadero sentido, que es el nacimiento de Jesucristo. Pero antes, ¿Qué hay de cierto con los supuestos testimonios de personas que ya no celebran la Navidad? Tratemos de responder a esto, examinando algunos. Varios ejemplos de estos proviene de la revista ¡Despertad! de los testigos de Jehová de diciembre de 2010, donde supuestas personas comparten sus experiencias tras dejar de celebrar la Navidad:

El primero de ellos es de un supuesto hombre llamada Oscar de Argentina. Veamos que opina él: "Nuestra familia se ha liberado de los problemas derivados de comer y beber en exceso, así como de gastar dinero en regalos que no podíamos permitirnos". ¿Es está un excusa válida? Es fácil notar a simple vista que Oscar y su familia prefirieron abandonar su fe, en vez de buscar la verdadera Navidad. Existen familias comprometidas con Cristo que en vez de aceptar la Navidad mundana, celebran la Navidad cristiana siguiendo los consejos bíblicos que nos enseñan a moderarnos en el comer (Eclesiastico 31, 19-20) y a no dar importancia a los regalos ni a las posesiones materiales (Lucas 12, 15-21).


Sin duda que cuando seguimos los consejos bíblicos y actuamos con moderación, las fiestas navideñas no tiene que ser "una carga pesada". Cuando tratamos de alejar el consumismo y todo lo material, la Navidad se puede vivir con alegría. La Biblia dice: "Presta atención, para no dejarte engañar ni ser humillado por tu insensatez". (Eclesiástico 13, 8), por eso es que le advertimos a usted el peligro de ser parte de la Navidad pagana y consumista que ha creado el Diablo y que ha influenciado al comercio americano.


La Navidad cristiana no
dejar de ser divertida ni
es anticuada.
Desde un inicio la Navidad fue objeto directo de Satanás, quien quiere evitar a todo costa que se celebre el nacimiento de aquél que lo derrotó. Los primeros cristianos empezaron a celebrar la fiesta de la Natividad, así que Satanás decidió influenciar al emperador Aureliano para que promoviera la fiesta del Sol Invencible para así contrarrestar a la cristiana Navidad. Y hoy en día, logró que el comercio americano promoviera el consumismo para contrarrestar a  la Navidad verdadera, que la gente prefiriera los centros comerciales a las iglesias, que los niños reemplazaran a Jesús con Santa Claus, o que las escuelas impidan darle sentido cristiano a las navidades, pero fomenten los intercambios navideños.

Sin duda, en este mundo de caos, algunas personas siguen viviendo la verdadera Navidad. Le han enseñado a sus hijos desde pequeños que los regalos en Navidad no son obligación, sino cuestión de la posibilidad de los padres (Eclesiástico 30, 8), no compran regalos por costumbre, ni creen que la Navidad se base en adornos, buscan la convivencia familiar y enseñarle a los niños el nacimiento de Jesús con las imágenes del Nacimiento -o pesebre- navideño, pero eso no significa que no puedan divertirse con piñatas, artificios, juegos, u otras costumbres dependiendo de cada país. Esperamos que usted opine esto mismo sobre la Navidad, y de no ser así, esperamos que este artículo lo haya hecho cambiar de postura respecto a la Navidad y decida celebrarla como una fiesta dedica a honrar a Jesús.