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lunes, 18 de junio de 2012

¿Deben los cristianos participar en la política?


"[...]porque ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo." (Juan 17, 14). 

JESÚS pronunció estas palabras durante su vida en la tierra. Al paso de dos mil años, estas mismas palabras han sido malinterpretadas por algunas iglesias de la cristiandad. Los testigos de Jehová se toman al pie de la letra estas palabras al punto de creer que deben mantenerse alejados de la sociedad y entre estos aspectos, la política.

En su publicación, ¿Qué exige Dios de nosotros? de 1996 afirman que ellos: "No se mezclan en las cuestiones políticas ni en las controversias sociales del mundo". ¿De verdad debemos los cristianos ser neutrales en la política? ¿Qué dice la Biblia de esto?

¿Bajo el control de Satanás?

Dado que los testigos de Jehová se toman enserio el "no ser parte del mundo", esto los lleva a ser neutros en la política, pero ¿En qué parte de la Biblia dice que el no ser del mundo es no participar en la política? ¿Acaso la religión verdadera es neutra en la política?

Los testigos de Jehová se consideran la religión verdadera por ser neutros en la política y así "no ser parte del mundo". Más si nos ponemos a investigar otras iglesias cristianas, el grupo religioso "Asamblea de YHWHHoshua" se apega mejor al supuesto mandato bíblico pues no solo se les prohíbe participar en la política sino también "participar en las instituciones benéficas del mundo...ni contribuir o aceptar ningún beneficio propio de las instituciones de los Estados Unidos, tales como la Seguridad Social, Programas de Salud [y] Compensaciones por Desempleo[...]" (Enciclopedia de religiones americanas: credos religiosos,  vol. II, J. Gordon Melton, p.339)
No hay indicios en
la Biblia de que los
gobiernos los controle
Satanás el Diablo.

¿No será más coherente este grupo religioso que la organización de la Atalaya?. Cómo argumento a esto ellos enseñan que la política debe ser verdaderamente evitada porque los gobiernos son controlados por Satanás.

Según ellos como "[...] el mundo entero está bajo el poder del Maligno." (1 Juan 5, 19), todos los gobiernos del mundo están bajo control por el Diablo y que Jesús mismo lo afirmó diciendo que Satanás es "[...] el Príncipe de este mundo". (Juan 14, 30). ¿Es esto evidencia de que el gobierno es maligno? Según ellos si, pues en la Biblia hayamos que el Diablo es "[...]el dios de este mundo". (2 Corintios 4,4), por tanto el mundo entero es gobernado por Satanás. En sus publicaciones afirman: "No obstante, es significativo que la Biblia no dice en ningún pasaje que Jesucristo o su Padre sean quienes realmente gobiernen este mundo" (¿Quién es, realmente, el gobernante del mundo?, 1992, p. 2) ¿Es esto cierto?

Al parecer si hay un pasaje que indica que al menos Dios Padre gobierna el mundo: "[...] el Altísimo domina sobre la realeza de los hombres y que él la da a quien quiere". (Daniel 4, 22) (Daniel 4, 17 en la traducción del Nuevo Mundo). Vemos que el Dios gobierna sobre los gobiernos de los hombres, aún así, los testigos afirman que Satanás los controla porque Dios lo permite.

Dicen ellos que el gobierno de Satanás lo limita Dios, pero aún así lo controla el Diablo y cualquiera que se involucre en el gobierno se pone bajo la dirección de Satanás. Se apoyan en que en Mateo 4, 8-10 Satanás le ofreció a Jesús los reinos del mundo. Entonces argumentan que "¿Cómo podría Satanás haberle ofrecido a Jesús todos los reinos del mundo si no fueran suyos?" (Del libro ¿Qué enseña realmente la Biblia? de 2005)

Pero como sabemos que el Diablo es un mentiroso (Juan 8, 44), ¿Sería confiable su oferta? Es obvio que no. Es muy fácil ofrecer algo que no es suyo. Por ejemplo, supongamos que una persona fuera a rentar una casa. Aunque durante el tiempo de renta, la persona llamaría a esta casa “su hogar,” ¿quién es realmente el dueño de la casa? ¿El arrendatario o el propietario? Del mismo modo, ¿Satanás posee legítimamente los gobiernos del mundo? ¿O simplemente ejerce dominio sobre los gobiernos por medio de su influencia engañosa? 

Autoridades establecidas por Dios

 "[...] porque no hay autoridad que no provenga de Dios y las que existen han sido establecidas por él." (Romanos 13, 1). La Biblia es clara, si Dios establece los gobiernos humanos, ¿Sería malo que los cristianos formaran parte de los mismos?

En la Traducción del Nuevo Mundo leemos: "Por lo tanto, el que se opone a la autoridad se ha puesto en contra del arreglo de Dios [...] porque es ministro de Dios para ti para bien tuyo." (Romanos 13, 2-4)

La Atalaya le hace creer a sus fieles que las instituciones gubernamentales han sido colocadas por Dios en sus posiciones, pero ¿No dice la Biblia que las estableció el mismo?.
Hace creer que los gobiernos son el arreglo de Dios, pero ¿No dice la Biblia que Dios las originó? Hace creer que los gobiernos son controlados por Satanás, pero ¿No dice la Biblia que son ministros de Dios?

La Biblia no enseña que los gobiernos son satánicos, al contrario, afirma que Dios los instituyó para que imponer ley y orden (Romanos 13, 4). Entonces, ¿A que se refiere que Satanás domina el mundo? La misma Biblia responde: "No amen al mundo ni las cosas mundanas [...] Porque todo lo que hay en el mundo es concupiscencia de la carne, codicia de los ojos y ostentación de riqueza. Todo esto no viene del Padre, sino del mundo". (1 Juan 2, 15-16). Esta es la verdadera forma en que Satanás domina el mundo, a través de los placeres carnales, deseos impuros y soberbia, riquezas y poder. ¡Esto si que abunda en el mundo! 

Entonces es claro que la Biblia nos muestra que Satanás no domina los gobiernos, sino que estos los establece Dios para impartir justicia. El libro de Daniel afirma: "Bendito sea el nombre de Dios [...] él depone y entroniza a los reyes". (Daniel 2, 20-21). Si realmente le pertenecieran los gobiernos al Diablo, ¿Cómo es que Dios remueve y establece reyes? ¿No indica esto que Satanás no posee ni controla los gobiernos del mundo, sino más bien gobierna el mundo cuando influye en los corazones de los hombres?

Si el mismo libro de los Proverbios afirma que Dios puede cambiar los corazones de los reyes (Proverbios 21, 1), ¿Cómo podría ser malo el participar de los gobiernos establecidos por Dios?

¿Existen otras razones para no participar de la política?

Empeñados en su supuesta neutralidad política, La Atalaya del 1 de noviembre de 1999, muestra que "el apóstol Pablo dijo de sí mismo que era un ‘embajador’ que representaba a Cristo ante la gente de su día [...] Los testigos de Jehová creen que Cristo Jesús es actualmente el Rey entronizado del Reino celestial de Dios, y que ellos, como embajadores, deben anunciar ese hecho a las naciones [...] Se espera que los embajadores sean neutrales y no se inmiscuyan en los asuntos internos de los países a los que se les envía".

La Biblia no da ninguna prueba de que los cristianos tengan que
abstenerse de participar en la política de su país.

Según esto, al ser ellos representantes del reino celestial de Dios sienten una obligación de no entrometerse en los asuntos políticos de los países que habitan. ¿Porqué no interviene los embajadores extranjeros en la política del país al que es enviado? Para no interferir en la política y violar su posición de embajador. Ahora, si no fuera embajador, sino turista, ¿Podría votar en las elecciones del país que visita? No, pues solo es derecho de los ciudadanos.

Entonces, la razón por la que los embajadores extranjeros se abstienen de participar en la política de los países en que sirven, no es por su responsabilidad de representantes extranjeros, sino al hecho de que el voto es privilegio de los ciudadanos.

¿Acaso no son los testigos ciudadanos de los países que habitan? Como los embajadores no pueden votar por no ser ciudadanos, pero los testigos si lo son, ¿No deberían entonces participar de ese derecho? Para excusarse de esto, afirman que debe tomarse en cuenta que "[...] quienes votan por una persona para que ocupe un determinado puesto pueden llegar a ser responsables de lo que esta haga [...] Los cristianos deben analizar detenidamente si quieren asumir esa responsabilidad" (La Atalaya, 1 de noviembre, 1999, p. 29)

Bien, ahora nos preguntamos nosotros, ¿Qué sucedería en una familia si los padres decidieran no disciplinar a sus hijos porque no desean hacerse responsables de cómo maduran? ¿No hace Dios responsables a los padres por sus hijos, sin importar si están involucrados directamente o no en el desarrollo de los valores morales de ellos? 

Los cristianos: Sal y luz del mundo

"Ustedes son la sal de la tierra. [...] Ustedes son la luz del mundo [...]" (Mateo 5, 13-14)

Estas palabras de Jesús aplican muy bien en cuanto al tema de la política, ¿En qué?. Cuando Jesús dijo que los cristianos tenemos que ser como sal y luz del mundo se refirió a que debemos de dar ejemplo y dar testimonio del evangelio al mundo. Así como la sal le da sabor a la comida y la luz ilumina lo obscuro, así debemos también influenciar en los demás el mensaje de Cristo. 

Ahora bien, ¿Cómo pueden los cristianos ser “sal” y “luz” en todos los aspectos del mundo si existen ciertos niveles de la sociedad que se niegan a influenciar?. Imagine usted como sería el mundo si todos los ciudadanos honestos y correctos del mundo se volvieran neutrales en la política. Al no participar en ella, ¿No serían responsables de dejar que todos los hombres corruptos, inmorales y perversos dominaran la nación? Ya que Dios nos hace responsables de nuestro testimonio, ¿No sería la neutralidad una manera de favorecer el mal?

Los verdaderos cristianos
se interesan por mejorar
la política de su país.
Siguiendo con los excusas, afirman de nuevo "Cuando la religión se mete en la política, la consecuencia suele ser la división de sus miembros. En imitación de Jesucristo, los testigos de Jehová no se mezclan en política y así mantienen la unidad cristiana" (La Atalaya, 1 de noviembre, 1999, p. 29). 

Pero, aún con esto, el mismo número de la revista afirma: "Puede haber personas que tropiecen al observar que en las elecciones de su país, algunos testigos de Jehová van a votar y otros no. Tal vez digan que los testigos de Jehová no son coherentes. Pero la gente debe reconocer que en asuntos de conciencia como este, cada cristiano ha de tomar su propia decisión ante Jehová Dios". Si la Sociedad Atalaya admite que el que unos voten y otros no, no debilita la unidad cristiana, ¿Porqué habría de hacerlo el participar o no en política?

El argumento usado para esto, es que los testigos de Jehová que votan lo hacen porque son obligados por los gobiernos de varios países. Según esto, ellos no votan pues ellos le han jurado lealtad a Dios y a su hijo Jesús y han puesto sus esperanzas en ellos, al contrario, de los demás miembros de la "cristiandad" que "ponemos" nuestra confianza en candidatos humanos. ¿Es este un argumento válido?

Cuando una mujer se casa son su esposo para que este sea la cabeza y líder de ella y de la familia, ¿Estaría ocupando el papel de Dios o de Jesús de ser la cabeza de todos nosotros?  (Efesios 5, 23) Es claro que no. ¿Porqué entonces sería malo elegir a un líder humano para que gobierne el país?

La actitud de los verdaderos cristianos hacia la política

La palabra "política" tiene su origen en las palabras griegas polis, que significa ciudad y polites, que significa ciudadano. La Real Academia Española la define cómo: "Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo." (Diccionario de la Real Academia Española, vigésimo segunda edición)

Dado que cualquier “organización civil” de personas es una “estructura política” o entidad política en el significado estricto de la palabra, el ser un ciudadano de un país es ser un miembro de tal comunidad política, y los impuestos o “deberes” que todo cristiano es obligado a pagar en esas comunidades políticas tienen que ver con su estado de membresía en aquellas entidades. ¿Sería entonces aceptable pensar que es malo participar de la política?

La Atalaya vuelve a argumentar: "[...] el que se mantengan neutrales en política da a los testigos de Jehová franqueza de expresión para hablar con personas de toda opinión política sobre el importante mensaje del Reino" (La Atalaya, 1 de noviembre, 1999, p. 29) ¿Será cierto que el estar involucrado en política interfiere con el ser cristiano? ¿Qué dice la Biblia?

El apóstol Felipe le predicó el evangelio al eunuco etíope que tenía una posición eminente en el gobierno, pues era "ministro del tesoro y alto funcionario de Candace, la reina de Etiopía" (Hechos 8, 27). Si ser parte de la política interfiere con el ser un bueno cristiano, ¿Porqué no se dice nada de que el etíope abandonó su puesto en el gobierno al hacerse cristiano?

Jesús alabó la fe de un centurión romano cuando exclamó: "Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe." (Mateo 8, 10). Si involucrarse políticamente para las autoridades gubernamentales es una violación contra Dios, ¿Porqué Jesús alabó su fe en vez de corregirlo por su posición política?

En la Biblia aparece un personaje llamado Cornelio, centurión de la cohorte itálica. De él, la Biblia dice que: "Era un hombre piadoso y temeroso de Dios, lo mismo que toda su familia; hacía abundantes limosnas al pueblo y oraba a Dios sin cesar." (Hechos 10, 2). Si pertenecer al gobierno fuera algo malo, ¿Porqué dice la Biblia que actuaba como un bueno hombre devoto aún con trabajando para el gobierno?

La Biblia nos da indicios de que el ser cristiano y el participar en la política no es contradictorio, ni es un impedimento, al contrario, es la mejor manera de lograr infundir el mensaje cristiano en los gobiernos y tratar de que estos sean más justos, éticos y morales.

Jesús fue claro al decirnos: "Ustedes son la luz del mundo [...]" (Mateo 5, 13-14). Todos los cristianos debemos ser ejemplo para el mundo, debemos iluminar el mundo con el mensaje de Jesús. Ahora, Jesús también añadió: "Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón". (Mateo 5, 15), y esto es algo que debemos tomar enserio. Cuando los cristianos se dicen neutros en la política, están siendo esa lámpara que se esconde bajo un cajón. Hoy en día existen quienes se dicen cristianos, pero al igual que la lámpara, se niegan a influir con su luz a la sociedad. 

Los cristianos deben
exigir al gobierno que
cumpla con su trabajo.
Por otro lado, existen cristianos que si participan de la política, se informan de las propuestas de los gobernantes y de lo que hacen o dejan de hacer, y exigen que cumplan lo que prometen. ¡Estos cristianos si que cumplen el mandato de Jesús! Hay que poner la lámpara "sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes"!. (Mateo 5, 15). Estas palabras no solo se aplican en dar el buen ejemplo cristiano a los demás, sino también el de iluminar al mundo esparciendo el mensaje cristiano.

Se podrá preguntar, ¿Cómo lograr esto con gobernantes corruptos y poco confiables? Para esto es el llamado de iluminar. Si los gobernantes actuales no cumplen o no hacen su deber, hay que exigir que cumplan. Si aún así no se lograra nada, los cristianos pueden lanzar una candidatura.  Y esto también para evitar que se legalicen leyes que pongan en peligro a la sociedad o atenten contra la ley de Dios.

Los cristianos verdaderos se esfuerzan por conservar la rectitud en la sociedad humana a través de su participación en los asuntos políticos y sociales de la cultura. Si los cristianos decidieran ser neutros en varios aspectos, ¿Cómo podría penetrar la luz del cristianismo en los diversos aspectos de la sociedad habiéndose negado a infundir el mensaje de Jesús?



¿Cómo se por quién votar?
¿Alguna vez se ha preguntado cuáles son las cualidades que debe tener un buen gobernante?. Las respuestas de la Biblia deben ser una pauta para elegir a los gobernantes y sus partidos.

Un buen gobernante es:

-Prudente, sabio, buen administrador, que busca el bienestar del pueblo. Como José. (Génesis 41, 33-43)

- Varón de virtud, temerosos de Dios, varón de verdad, que aborrezca la avaricia, que busque la paz del pueblo. Según el consejo de Jetro a Moisés. (Éxodo 18, 18-24)

-Cumple la voluntad de Dios, estableciendo leyes conforme a lo permitido por Dios. (Hechos 13, 22) (Gálatas 1, 10)

Un mal gobernante es:

-Lleno de avaricia, se deja sobornar, pervierte el derecho. Igual que los hijos de Samuel. (1 Samuel 8, 1-3)

-No obedece a Dios, no presta atención a Dios, rebelde, obstinado, teme al pueblo antes que a Dios y consiente a la Voz de ellos. Como el rey Saúl. (1 Samuel 13, 8-14)

-Establece leyes para agradar a los hombres antes que a Dios, aunque estas contradigan lo que Dios quiere. Igual que el rey Saúl. (1 Samuel 15, 24)

Todas estos requisitos entre los buenos y malos gobernantes deben ser una guía para elegir al candidato más adecuado, además de que sus ideales y los de su partido demuestren también los valores cristianos.

Nota* La elección también supone conocer las propuestas, que deben beneficiar al pueblo y estar acorde con la ley de Dios, y a los colaboradores de los candidatos.



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